La noche que todo cambio
La noche vino con frío y algo de lluvia, esta golpeaba las ventanas de La Guarida con suavidad, apenas se notaba si no había gente cerca de las ventanas para oírlas. En el salón Sirius Black y Miller que estaban de guardia charlaban sobre la vida del primero en sus primero años en el colegio Hogwarts de magia y hechicería; como se había divertido junto a sus amigos.
-A menudo nos gustaba usar el mapa que creamos para poder gastarle alguna broma a Filtch, que siempre estaba de mal humor - relataba Sirius con una sonrisa en los labios
-Debió ser una época genial para vosotros - dijo Miller apurando su taza de café
-Si que lo fue- dice Sirius y su voz se vuelve apegada.- Ahora todo es distinto, mi mejor amigo no esta y Lupin, bueno Lupin siempre ha sido muy suyo.
La voz y la cara de Sirius denotaban tristeza, la tristeza de quien pierde todo y debe sufrir al ver como los acontecimientos que una vez causaron su dolor se repiten. El señor oscuro había vuelto, aunque la filosofía del ministerio era negarlo; no querían admitir la realidad. No obstante mucha gente sabia que era cierto y que los tiempos oscuros estaban regresando, y peor aún, el ministerio estaba tildando de mentirosos a quien decía que El Que No Debe Ser Nombrado había regresado, y acusaba delas desapariciones y muertes que estaban sucediendo a Sirius Black. Por ello debía esconderse, si bien podía desplazarse entre las casas de la orden del fénix a través de aparición o bajo la forma de un perro negro. Siendo un animago era una ventaja poder adoptar esa forma y pasear entre Muggles sin levantar sospechas , aunque él deseaba poder hacerlo de la manera normal y disfrutar de una relación familiar con su ahijado, Harry Potter. James y Lilly le habían concedido aquel honor, y apenas podía compartir con él la sabiduría y conocimientos que poseía, y aquello le entristecía; muchas veces deambulaba por las casas como un alma en pena, y con un humor de perros. En muchas ocasiones discutía con Lupin por motivos pasados o porque no compartían la teoría de que los chicos debían luchar como el resto, Lupin no quería ponerlos en peligro y Sirius pensaba que eran suficientemente capaces de hacer frente a las situaciones difíciles que se pudieran presentar.
-Sirius- la llamada de Miller le sacó de su ensoñación
-Si, perdona estaba divagando, dime- respondió
-¿Crees que estamos en peligro?- le preguntó Miller con un rostro sombrío
-Si todos permanecemos juntos, podremos superar lo peor.- le dije este sonriendo
Los dos se quedan sentados en la mesa de la cocina, el fuego del hogar aún está encendido, Sirius se gira y con un movimiento de varita aviva el fuego. En la cocina hay una cafetera que ya bulle con el café que hay en el interior, Miller se levanta y la aparta del fuego para evitar que se queme o el café se derrame por encima. Lo deja reposar un poco mientras deambula por la planta baja, revisa todas las ventanas por si se viera a alguien fuera. Todo parece calmado, la oscuridad llena el pequeño jardín delantero al que da la ventana desde la que Miller observa el exterior. La suave lluvia llena de gotas el exterior de las ventanas, a lo lejos ya se pueden ver algunas estrellas, lo cual indica que la nube que está descargando la lluvia se está moviendo.
De pronto la calma que llena la casa se interrumpe con los gritos de Hermione que llama pidiendo ayuda, los dos suben la escalera todo lo deprisa que pueden, en el rellano se encuentran con Nuria que ya había salido de su habitación.
-¿Que ha pasado? - pregunta al ver a los hombres varita en mano delante de la puerta
La puerta se abre de par en par y sale Hermione con el pelo alborotado.
-Sirius por favor ayuda- le dice al adulto que la mira preocupado.
Entran todos de nuevo en la habitación que está adaptada para que puedan dormir tres personas, con tres camas de madera tallada , una mesa de madera con un gran Leon en la parte central, las patas simulan las del animal, las tres sillas están cerca de la mesa, Ron está de pie junto a la cama de Harry que está empapado en sudor y temblando sentado en la cama. Levanta la mirada y observa a las personas que acaban de entrar corriendo en la estancia.
-¿Que es lo que ha pasado? - pregunta Sirius acercándose a la cama
-Están atacando al señor Weasley, lo he visto - dice el chico temblando y mirando a Sirius a los ojos
-¿Como dices? - dice este sorprendido
-Estaba soñando y he visto un pasillo con paredes y suelo de mármol, con varias puertas a los lados - cuenta Harry intentando no temblar- Después he entrado por una de ellas, luego por una sala circular con muchas más puertas, una de ellas estaba abierta y luego he visto al señor Weasley entre muchas estanterías llenas de bolas con jumó dentro, y de pronto estaba tirado en el suelo con una gran serpiente que lo atacaba, creo que está grave.
-Nuria, avisa a Dumbledore- dice Sirius muy serio- Que utilice el retrato que tiene su pareja en el ministerio para que de la alarma.
Nuria sale corriendo y recorre el pasillo rápidamente para llegar a la chimenea de su habitación, en la cual Fred se termina de poner la camisa.
-¿Que ha pasado cariño?- le preguntó a Nuria cuando la vio entrar con la cara pálida
-Tengo que avisar a Dumbledore- dice ella casi sin mirarle.
Mete la cabeza el la chimenea y mientras tanto coge un pequeño puñado de polvos Flu, y dice “Despacho del director de Hogwarts”. Al poco su cabeza aparecía por la chimenea del despacho del director, que sentado en su silla, se gira.
-Señorita Nuria, ¿a que debo este pl..
-Han atacado al señor Weasley- le interrumpe ella-Necesitamos que contacte con el ministerio
El director se mueve con una velocidad sorprendente para una persona de esa edad, se coloca delante del retrato de Everad y le pide que se desplace a su otro retrato en el ministerio para dar la alarma y que puedan ayudar al señor Weasley. Al cabo de un rato que a Nuria le pareció una eternidad, el retrato reapareció y le dijo al director que lo habían encontrado y estaba a salvo, que lo iban a trasladar al hospital lo antes posible.
-Corre- le dice el director a Nuria- Dile a sus hijos y a Molly que está vivo y lo van a llevar a San Mungo.
Nuria volvió a meter la cabeza por la chimenea y salió de nuevo en su habitación donde se topó de frente con Fred que estaba detrás de ella esperando que saliera de nuevo.
-¿Y bien?- le dice este impaciente
-Cariño, tu padre ha sido atacado, y está herido.-al decírselo vio como el rostro de Fred palidecía- Está bien, lo van a llevar a San Mungo, tenemos que ir allí lo antes posible.
Salió de la habitación cogiéndole de la mano para que le siguiera y bajaron corriendo las escaleras para llegar a la habitación de Harry, donde todos estaba esperando las noticias. Nuria entró por la puerta como una centella y se acercó a Harry.
-Le han encontrado - le dice - Está vivo y lo van a llevar a San Mungo.
Fred ve entrar en la habitación a su hermana Ginny y su gemelo George, se acerca a ellos y les explica lo ocurrido, Ginny se tapa la boca con la mano para ahogar un grito, Harry se levanta y la abraza. En mitad de la habitación Ron sigue pasmado y sin decir nada, Hermione se acerca a él y le da la mano, lo cual lo saca de sus pensamientos, baja la mirada y ve la mano de Hermione, y luego la mira a los ojos.
-Todo va bien, ¿vale?- le dice tiernamente.
Todos empiezan a prepararse, Miller sube capas y abrigos. Los reparte entre todos, y luego se acerca a Chiara y sonriéndola la abraza con fuerza, se miran a los ojos y ambos asienten, saben lo que el otro está sintiendo. Los Weasley se acercan a la chimenea más cercana para viajar al hospital donde Molly ya les está esperando. Uno a uno entran en la chimenea diciendo fuerte el lugar al que quieren ir. Miller espera a que todos hayan entrado y se acerca a Nuria
-Escúchame- la dice y ella da un respingo para mirarle- Ellos son tu familia ahora, ve con ellos.
-¿De verdad? - dice con lágrimas en los ojos
-Hermanita, nada es más cierto que el amor une más que la sangre- le dice el acariciandole los hombros como un hermano consuela a su hermana que se ha herido las rodillas.
Ella le abraza y se pone una capa que Chiara le acerca, se acerca a la chimenea y entra por ella. Las llamas verdes la envuelven y sus pies se levantan del suelo y parece que flota a través de una corriente de agua invisible que la lleva por tuberías. Poco a poco la velocidad se reduce y sus pies tocan una superficie de piedra y hollín. Abre los ojos y se encuentra en la sala de espera del hospital San Mungo para heridas mágicas. Allí en un corro está la familia Weasley, Fred se gira y al verla salir de la chimenea con la mirada perdida extiende una mano para que se acerque. Ella sonríe tímidamente y se va hacia, y para sorpresa de todos le abraza tan fuerte que por un momento Fred piensa que va a necesitar una cama en el hospital. Al poco aparece Molly que se acerca a ellos despacio.
-Papa está estable - les dice con una voz que denota cansancio y preocupación- Ahora le están tratando las heridas, en cuanto el sanador termine vendrá a buscarnos. Así que vamos a subir a la planta quinta para tomar algo y esperar.
Se gira y ve a Nuria abrazada a Fred.
-Querida, gracias por venir- le dice acariciandola una mejilla- eres familia.
Todos se juntan en un abrazo , y luego empiezan a subir por las escaleras hasta la quinta planta donde se encuentra la cafetería, allí se sientan en una de las mesas grandes y piden té para todos y algo para comer. Pasan allí como dos horas, todos están abatidos y expectantes, cuando llegó un sanador con una túnica verde lima, un sombrero a juego y un carpeta de madera.
-¿La familia Weasley?- pregunta al acercarse
-Si, nosotros - dice Molly
-El señor Weasley se encuentra estable, hemos conseguido cerrar algunas de las heridas, pero otras parecen tener algún tipo de veneno que hacen que vuelvan a abrir. Lo tendremos en observación unas semanas hasta que demos con una poción que...- el sanador se queda mirando a Nuria.- Vaya, si está aquí nuestra aprendiz. Creo que podrías ayudarnos.
-Estaría encantada- dice Nuria.
Se levanta de la mesa y acompaña al sanador de vuelta a la sala de curas, de pronto el sanador se para en seco, se gira y mira a Molly.
-Se me olvidaba, ya pueden bajar a verle, esta en la planta primera, en la sala de mordeduras.
-Muchas gracias- dice Molly- Y a ti Nuria por ayudarles a curar a mi Arthur.
Las dos se miran durante unos segundos en los cuales las lágrimas inundan los ojos de ambas, Fred se pone de pie y se acerca a Nuria.
-No importa lo mucho que crea quererte, siempre me sorprendes para que pueda aumentar aún más el amor que siento por ti. Gracias amor- la abraza y la besa, antes de que el sanador carraspee para que sacarlos de la nube en la cual ambos están subidos.
Nuria y el sanador bajan la escalera mientras él le enseña la tabla de madera que lleva en las manos, y ella asiente y la coge para poder verla más de cerca. Bajan a la planta primera, siguen el pasillo y entran en una habitación con cientos de ingredientes, frascos para pociones, calderos de peltre con líquidos burbujeantes y una mujer con una túnica verde lima cuyo pelo rubio platino cae en una larga trenza que parece evitar los frascos y los calderos cuando su propietaria pasa cerca de ellos.
-Nuria!- la sanadora se gira y mira a la chica.
-Damilia, me alegro de que estés tú de guardia- dice Nuria
Damilia es la sanadora que tiene a Nuria a su carga, es una experta en pociones y tiene reputación de ser una de las mejores sanadoras de Inglaterra, hay gente que dice que del mundo. Cuando Nuria consiguió el trabajo de ayudante para mejorar sus pociones la emparejaron con Damilia que estaba encantada con sus resultados, de hecho la felicito por realizar una de las mejores pociones de Mátalobos que ella había visto en un alumno de Hogwarts.
-Yo también estoy encantada de que estés aquí - dice la sanadora- Entre las dos podremos dar con una pocion que nos ayude a sanar estas heridas. Parece que los colmillos de la serpiente tenían algún tipo de veneno que hace que se vuelvan a abrir.
-Podríamos probar con algo de bezoar para contrarrestar esos efectos -dice Nuria muy seria.
-No se si funcionará, pero vamos a ponernos con ello, vente.
Mientras tanto en La Guarida Sirius tratar de calmar a Harry que está. Y nervioso, da vueltas por la habitación y farfulla palabras inconexas sin parar de rascarse la cicatriz de la frente.
Miller, Chiara y los demás bajan a la cocina para hacer algo de comer, ya que dentro de poco amanecería. Miller con el delantal puesto prepara un desayuno ligero, tostadas, mermelada de frutas naturales, algo de zumo de naranja y té y café. Todo lo realiza con simples movimientos de varita, los ingredientes se mueven sobre su cabeza y forman la comida. Luego Chiara lo hace levitar hasta la mesa.
-¿Crees que se recuperará? - dice Chiara con lágrimas en los ojos.
El la mira y cuando está seguro de que nada se va a derramar o caer al suelo, se acerca a ella y la abraza.
-Si, seguro. El señor Weasley es un mago muy capacitado y tiene muchas razones para vivir, ademas si muere sin permiso de Molly tendrá problemas - dice sonriendo
Ella le mira y sonríe, pero se funde en sus brazos durante un largo rato, entonces Miller escucha que alguien baja por la escalera, era Edu que había estado revisando los hechizos protectores junto a Katie. Al verles abrazados se para en seco y les mira:
-¿Vuelvo luego?-les dice
-No seas bobo- dice Chiara limpiadose las lágrimas de los ojos-Ehhh Alicia, vamos a organizar el desayuno.
Katie besa a Edu en la mejilla y se acerca a Chiara para irse ambas a la cocina, dejando a los chicos en el salón mirándose con complicidad. Luego Edu se acerca a Miller.
-Todos los hechizos están en perfecto estado, aguantarán- le dice cogiendo una tostada de la mesa
-Me preocupa este ataque, y más aún que Harry lo haya visto. No se que significa -Miller se cruza de brazos y camina por la sala.
-Si, es algo muy raro. Puede que sea oclumancia.-Edu deja la tostada y mira a Miller desde la silla.
-Deberíamos consultar con el director Dumbledore - dice Miller mirando a Edu y tocándose la barbilla.
-Creo que tienes razón. Aunque deberíamos ser discretos, es un tema delicado- dice Edu apoyándose en el respaldo de la silla.
Ambos permanecen callados y mirando la sala vacía, los pensamientos de ambos zumban sin parar, casi podrían estar sincronizados. Sirius bajo con Harry y lo sentó en la mesa.
-Ten, come algo. Te sentirás mejor
Harry coge una tostada y le pone mermelada, mientras Miller le sirve un poco de zumo en un vaso y un té en una taza de cerámica. Edu se acerca una tostada y hace lo propio. Sirius deambula por la sala mirando al suelo y con las manos en los bolsillos, casi tropieza con Miller que le tiende otra taza de cerámica con algo de té. Levanta la mira y ve los ojos del chico, sonríe y estira la mano para cogerla. El chico le devuelve la sonrisa y se va a la cocina para buscar a las dos chicas que estaban cerca del fuego.
Tendrían que esperar a que Nuria o alguno de los Weasley les dieran nuevas del estado de Arthur, así que ahora solo podían esperar y tratar de estar ocupados en máximo tiempo posible para no dejar divagar la mente demasiado para perderse en malos sentimientos. Todos notaban un peso, como si no hubieran descansado en días, como si todos cargaran con el peso del ataque y de sus consecuencias. Sirius y Harry se fueron a una sala contigua a la cocina, donde charlaron largo y tendido. Miller y Edu salieron fuera para cuidar de los animales, las vacas necesitaban agua y heno que Edu hizo aparecer para ellas; Miller recogió los huevos de las gallinas y con un movimiento de la varita apareció pienso para ellas. Los dos chicos se dispusieron a entrar cuando Miller observó a un hombre con capa oscura en el otro lado de la cerca de la casa, se quedó mirando para él y este le devolvió la mirada y luego inclinó la cabeza hacia la derecha. Miller sacó la varita lentamente y el hombre de pronto se despareció en medio de una nube negra, que subió como una columna. Miller se giró y se fue corriendo hacia Edu
-Nos están espiando!!- grito y el amigo se dio la vuelta para ver lo he quedaba de la columna de humo negro. También sacó su varita y ambos entraron corriendo en la casa, Miller se asomó a la ventana cercana a la puerta, y luego se fue a la ventana que daba al bosque.
-¿Que está pasando? - Chiara lo observa ir de un lado a otro con la varita en la mano.
-Había un mortífago en la cerca - dice Edu que pasa a otra ventana
Todos se ponen tensos y sacan las varitas, Sirius y Harry salen de la sala y se acercan a la cocina con las varitas preparadas, Sirius se acerca a las ventanas y mira a Miller
-¿Estas seguro? - la cara de Sirius era fría y dura
-Era un hombre alto, con una capa negra con la capucha puesta, me ha mirado, ha inclinado la cabeza y se ha desaparecido en una columna negra - dice Miller de frente a Sirius.
Todos miran a ambos, que están frente a frente, la seriedad de sus rostros no deja lugar a dudas de que lo que Miller decía era realidad. Ahora debían intentar avisar al resto de la orden del ataque y de lo del mortifago. Una noche parecía que había cambiado por completo la vida de todos los que estaban en aquella casa.
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